Guía para leer etiquetas y elegir mejor los productos
¿Tienes costumbre de leer las etiquetas de los productos antes de comprarlos? Leer etiquetas nos ayuda a elegir nos los productos más adecuados a nuestros gustos y necesidades y a seguir una dieta saludable.
En las etiquetas de los productos envasados encontraremos datos fundamentales como sus ingredientes, las sustancias que pueden provocar alergias o intolerancias y, por supuesto, la información nutricional, nuestra aliada para disfrutar de una alimentación saludable.
Te enseñamos cómo leer etiquetas de una forma clara y sencilla. La próxima vez que vengas a hacer la compra a Cash Fresh, haz la prueba ¡A partir de ahora comprarás mejor!
¿Qué datos debe contener la etiqueta?

La legislación europea sobre etiquetado establece la información obligatoria que debe aparecer en la etiqueta de los alimentos envasados, y debe figurar en un lugar destacado y con un tipo de letra que sea legible.
La etiqueta debe contener:
- El nombre del producto, con indicación de su estado, si es congelado, en polvo, ahumado o fresco.
- La lista de ingredientes.
- Información nutricional.
- Fecha de caducidad, fecha de duración mínima y fecha de congelación.
- Lote de fabricación y datos del fabricante. El lote de fabricación nos indica el número de unidades idénticas de un producto puesto a la venta.
- Contenido neto, en litros, gramos del producto, así como el grado alcohólico de las bebidas con un volumen de alcohol superior al 1,2%.
- Para las carnes frescas y las frutas, verduras, la miel o el aceite de oliva, es obligatorio indicar el lugar de origen o procedencia.
Leemos la lista de ingredientes

En la lista de ingredientes, estos deberán estar colocados en orden decreciente de peso, de manera que resulte fácil conocer qué cantidad de cada sustancia componen el producto.
Entre estos ingredientes deben estar incluidos los aditivos y los productos que puedan causar alergias o intolerancias.
- Los aditivos son aquellas sustancias naturales o químicas que se añaden a los alimentos para facilitar su conservación o mejorar su apariencia, su sabor o color. Se reconocen en la etiqueta porque vienen marcados por la letra E, que indica que el uso de este aditivo está autorizado en la Unión Europea, seguida de un número. Entre los más habituales, nos encontramos los colorantes (E- 100 a E-199) que sirven para dar color a los alimentos, los conservantes (E200 a E299) que se usan para retrasar el deterioro de los alimentos, los antioxidantes (E300 a E399), utilizados para conservar un producto en buen estado o los potenciadores de sabor (E600 a E699) utilizados en especial en la comida oriental.
- Los alérgenos son las sustancias o productos que pueden causar alergias o intolerancias, como el trigo, la lactosa o el huevo. En las etiquetas debe aparecer en la lista de ingredientes en un color o tipo de letra que los diferencie claramente del resto. Si no existe lista de ingredientes, en el envase debe incluirse la mención “contiene” seguida de la sustancia o producto alérgeno.
Información nutricional: cómo interpretarla

La información nutricional es clave para conocer las propiedades nutritivas que contiene un alimento, entre ellas, el valor energético y el contenido en proteínas, las grasas, hidratos de carbono, minerales, etc.
Nos ayuda a comparar alimentos de forma rápida y seleccionar aquellos que contribuyan a formar hábitos alimenticios saludables.
De un golpe de vista, encontrarás toda la información nutricional agrupada en una tabla o en formato lineal.
Recuerda: el valor energético y la cantidad de nutrientes se expresan por cada 100 gramos o 100 mililitros de producto y, con carácter complementario, por porciones.
La información nutricional se basa en el tamaño de la porción indicado; si consumes más, multiplica.
Estos son los nutrientes mínimos que deben aparecer en una etiqueta, y aparecen en este orden:
- Valor energético: en Kcal (lo que habitualmente llamamos «calorías»).
- Grasas. Siempre figurarán las grasas saturadas. En ocasiones encontrarás las grasas insaturadas que pueden ser: monoinsaturadas o poliinsaturadas.
- Hidratos de carbono. Siempre estarán incluidos los azúcares. En ocasiones se incluyen otros hidratos de carbono, que son: los polialcoholes y el almidón.
- Azúcares.
- Proteínas.
- Sal.
También pueden incluir las marcas de forma voluntaria información sobre el contenido en fibra, vitaminas y minerales. Cuando aparezcan, siempre lo harán como porcentaje de los Valores de Referencia de Nutrientes (%VRN) especificados por 100 g o por 100 ml. En ocasiones, además la encontrarás por porción o por unidad de consumo.
Hay alimentos que no están obligados a llevar el etiquetado nutricional, como, por ejemplo: el agua, la sal, el vinagre, las especias, el té, la gelatina, la levadura, las gomas de mascar, las bebidas que tengan más de un 1,2% en volumen de alcohol.
¿Qué significa IR (Ingesta de Referencia)? Para ayudarnos a seleccionar los alimentos, se informa de qué proporción (porcentaje) de nutrientes debe contener una dieta saludable.
La IR se refieren a una dieta de 2000 Kcal/8400 Kj para un adulto medio.
No obstante, las necesidades nutricionales están influenciadas por varios factores como la edad, el sexo, la condición fisiológica (ej. embarazo) y el nivel de actividad.
Fecha de caducidad, de consumo preferente y de congelación

En numerosas ocasiones nos confundimos entre estos tipos de fechas. Vamos a ver la diferencia, porque es muy útil:
- Fecha de caducidad o consumo preferente: la fecha de caducidad alude a la fecha límite de consumo seguro. Se utiliza en los productos que son muy perecederos, como la carne o el pescado, y debe ir acompañada de las condiciones de conservación o almacenamiento adecuadas.
- Fecha de consumo preferente: indica cuándo el producto podría perder ciertas cualidades pero se puede seguir consumiendo de forma segura.
- Fecha de congelación. Debe indicar el día, mes y año de congelación de productos como el pescado no transformado, la carne y sus derivados.



