Cómo congelar marisco y ahorrar dinero en estas fechas

Comprar el marisco con antelación y congelarlo puede suponer un importante ahorro en la cesta de Navidad. El marisco es de los productos típicos de las fiestas navideñas que más se encarecen conforme se acercan los días señalados. La buena noticia es que se puede congelar y luego disfrutar sin que pierda su sabor o propiedades.

Pero atento, porque no cualquier forma de congelar el marisco vale. Es necesario seguir unos pasos concretos en el proceso de congelación y descongelación para garantizar que tu marisco llega a la mesa con todas sus cualidades ¿Quieres saber cómo hacerlo? ¡Te lo contamos!

  • Envasa al vacío. Guarda tu marisco en el congelador siempre en un envase al vacío y evita colocarlo en una zona expuesta al frío directo, porque sus propiedades pueden verse afectadas.
  • Evita descongelar y congelar. Como consejo general, evita descongelar y volver a congelar cualquier alimento. En el proceso de recongelación se pierden propiedades y texturas propias de los productos frescos. Por ello, es mejor que congeles los alimentos en raciones pequeñas, pensando en lo que vas a necesitar.
  • Temperatura de congelación. La temperatura de tu congelador debe estar siempre entre los -18° y los -20° C. Bien conservado, el marisco puede aguantar varios meses en el congelador.
  • Gambas, langostinos y camarones. Este grupo de mariscos puedes congelarlos en crudo. Simplemente guárdalos en envases herméticos y descongélalos de forma adecuada; luego, cuécelos bien y quedarán estupendos para consumir.
  • Grandes crustáceos. Los crustáceos de gran tamaño como el bogavante, la cigala, el centollo o el buey de mar deben de ser cocidos antes de congelarse. Cuece durante unos 15 minutos en abundante agua hirviendo, con unos 30 g de sal por cada litro, para emular al agua de mar. Espera a que se enfríe y congela en un envase al vacío o bolsa de congelación. En el caso de los centollos y bueyes de mar, congela con las patas hacia arriba para que no pierdan su caldo.
  • Almejas y mejillones. Los moluscos como almejas y mejillones también puedes congelarlos. En el caso de las almejas, debes hacerlo crudas y con su cáscara, muy bien lavadas. Los mejillones, en cambio, tienes que congelarlos ya cocinados al vapor o hervidos y sin cáscara. Recuerda que si cocinas alimentos antes de congelarlos es necesario dejarlos enfriar antes de introducirlos en el congelador.

Trucos para descongelar

Evita cometer errores frecuentes en la descongelación, porque puedes arruinar fácilmente el sabor de tu marisco. Te damos unos trucos para descongelar correctamente:

  • No descongeles los alimentos al Sol. El cambio brusco de temperatura puede estropear los alimentos y facilitar la aparición de microbios. Por supuesto, nada de meterlo en el microondas.
  • Usa el estante inferior de la nevera. Coloca los alimentos que quieras descongelar en envases tapados en el estante inferior de la nevera 24 o 48 horas antes de consumirlo, para que se descongelen lentamente. Te recomendamos situar un recipiente debajo para que recoja los posibles líquidos de se generen con la descongelación.
  • Descongela con agua fría. Puedes descongelar con agua siempre y cuando sea fría y protejas los alimentos con un plástico o envase herméticos. Cambia el agua cada 30 minutos para que no se caliente.