Errores comunes en las barbacoas y cómo evitarlos
Si quieres que tus FRESCOS queden en su punto, hay una serie de errores comunes en las barbacoas que debes evitar. ¡Te decimos cómo lograrlo!
Hacer una buena barbacoa es algo más que poner carne sobre la parrilla. Si quieres que tu barbacoa dure muchos años y os dé muchas alegrías, evita los errores comunes en las barbacoas, como encenderla con alcohol, llenar la parrilla de comida o cocinar la carne recién sacada de la nevera. ¡Te contamos más!
Abarrotar la parrilla
Llenar la parrilla a rebosar es uno de los errores comunes en las barbacoas principales.
Esto tiene varios inconvenientes: los alimentos no se harán bien, se mezclarán los sabores y existe el riesgo de contaminación cruzada. Aunque asar los alimentos por separado lleve más tiempo, el resultado será mucho mejor.
Además, te recomendamos dejar aproximadamente un cuarto de la barbacoa vacío para que tengas espacio para mover la comida.
Cocinarlo todo de la misma manera
No todos los alimentos requieren las mismas técnicas de cocción. ¡Te damos algunas pistas!
- Método de cocción directa, en el que se coloca la comida directamente sobre el calor. Es ideal para platos que tardan menos de 15 minutos en cocinarse o que necesitan una buena cocción, como filetes y hamburguesas.
- Método de cocción indirecta, en el que la comida no se coloca directamente sobre el calor, sino que se cocina indirectamente a través del calor que circula dentro de la barbacoa. Ideal para los alimentos que tardan más de 30 minutos.
- Método combinado. Este método puede utilizarse para alimentos que tardan entre 15 y 30 minutos, como cortes más gruesos de carne y salchichas.
Cocinar la carne fría
No dejes que el hambre te lleve al error de colocar la carne directamente de la nevera sobre la parrilla. La carne fría tarda más en calentarse, por lo que se alterarán los tiempos de cocción y te quedará un exterior seco y un interior poco hecho.
Al menos, media hora antes de cocinarla, tienes que sacar la carne del refrigerador. Sube a 1 hora si el corte de carne es más grande. La carne siempre debe estar a temperatura ambiente antes de comenzar a asarse a la parrilla para que se cocine de manera uniforme.
Pinchar la carne
Otro de los errores comunes en las barbacoas, es pinchar la carne para comprobar el punto. Si haces esto, la pieza empezará a perder jugo. La pieza debe estar sellada hasta el final para que no se seque y conseguir el punto perfecto de la carne.
Tampoco la pinches con tenedor para darle la vuelta. Hazlo con unas pinzas para barbacoa o, en su defecto, con una cuchara y un tenedor dados la vuelta.
No precalentar la barbacoa
Una vez más: ¡un poco de paciencia! Si la parrilla no está lo suficientemente caliente los alimentos no se dorarán correctamente. Lo único que conseguirás es que se pegue a la rejilla.
Mejor deja que se caliente un poquito. ¡Valdrá la pena!
Usar productos químicos para encenderla
El tiempo que vas a ahorrar encendiendo la barbacoa, no merece la pena por los riegos que vas a correr.
Por supuesto, nunca se debe usar gasolina, alcohol u otros líquidos inflamables para encender una barbacoa de gas, ya que se pueden producir explosiones o incendios.
Por otro lado, los productos químicos pueden contaminar tus alimentos y todo el trabajo para nada.
Lo que funciona: papel de periódico, suficiente de carbón y madera y pastillas ecológicas.
No distribuir bien el combustible
Una mala distribución del carbón o de la leña puede dificultar la creación de unas brasas homogéneas.
Lo ideal es colocarlo en forma de pirámide para encenderlo y, una vez encendido, repartirlo para lograr un calor uniforme en toda la parrilla.
Añadir las salsas y condimentos muy pronto
Las salsas y condimentos hay que añadirlas en los últimos 10 minutos de cocción. Si lo haces demasiado pronto, pueden reaccionar al calor y quemarse.
Estas son las salsas que van mejor con tus carnes, pescados y verduras.
Olvidarte de la limpieza
Limpiar después de una barbacoa es básico, ya que las parrillas sucias pueden contaminar otros alimentos e, incluso, a que comamos restos de anteriores barbacoas. Tenemos a nuestra disposición una gran variedad de productos tanto comerciales como caseros para dejarla limpia y reluciente hasta el siguiente uso, así que no hay excusa.
Entre los pasos que tienes que seguir para limpiar tu barbacoa están eliminar la grasa, retirar las cenizas, limpiar la rejilla, dar un repaso al resto de la barbacoa y secar bien para evitar que se oxide.
Limitarte a cocinar carne
Uno de los errores comunes en las barbacoas en los que caemos casi todos es cocinar sólo carne. ¡La barbacoa tiene muchísimas posibilidades! También hace maravillas con el pescado, el marisco, las verduras o incluso la fruta.
Si hablamos de pescados, algunos que quedan de maravilla a la parrilla son la caballa, las sardinas, el salmón o el pulpo. Pero también puedes probar con la dorada, lubina, rodaballo… En este caso, debemos pedir a nuestro pescadero que los limpie bien. Antes de cocinarlos, les haremos unas incisiones para que se cocinen bien por dentro y los braseamos hasta que la piel se dore por ambas caras.
Ya sea como acompañantes de la carne o absolutas protagonistas las verduras también se merecen pasar por la barbacoa. Compra unos vegetales de temporada sabrosos y pásalos por las brasas: pimientos, cebolla, tomates, calabacines o berenjenas. ¡Más variado y saludable!
Y por qué no seguir con la barbacoa a la hora del postre. Las brochetas de frutas a la brasa son una idea fabulosa para el toque dulce final en primavera y verano. Coge tus frutas favoritas, trocéalas y pínchalas en un palito de brocheta. ¡A la parrilla!