El arte de limpiar después de una barbacoa: trucos eficaces y rápidos

La temporada de barbacoas veraniegas ha llegado para acompañarnos durante unos meses.

¡Y qué ganas teníamos! De lo que no tenemos tantas ganas es de limpiarla después de usarla. Pero vamos a ayudarte a hacerlo más llevadero con algunos trucos eficaces y rápidos para limpiar después de una barbacoa. ¡Toma nota!

Limpiar después de una barbacoa es fundamental, ya que las parrillas sucias pueden contaminar otros alimentos e, incluso, a que comamos restos de anteriores barbacoas. Así que manos a la obra, ya que tenemos a nuestra disposición una gran variedad de productos tanto comerciales como caseros para dejarla limpia y reluciente hasta el siguiente uso.

¡Unas parrillas limpias significan poder disfrutar del mejor sabor de todos aquellos alimentos que vayamos a cocinar!

1. Eliminamos la grasa

Si nos encontramos con un exceso de grasa en nuestra parrilla, retirarla es lo primero que haremos después de una barbacoa. Para ello, debemos colocar la rejilla sobre la barbacoa caliente para que la grasa y desperdicios que quedaban pegados se quemen.

Si una vez que has completado este proceso, con la barbacoa ya fría, puedes aplicar un producto desengrasante. Deja que actué unos minutos antes de frotar la parrilla con el cepillo metálico o la lana de acero.

También puedes aplicar un truco casero para eliminar la grasa una vez fría la barbacoa, utilizar el zumo de limón, un gran desengrasante. En este caso, moja un paño o bayeta con el zumo de limón y frota bien las parrillas hasta que la grasa desaparezca.

Otro truco casero para hacer que la grasa se desprenda, como por ejemplo pasar una cebolla por las barras aún calientes de la parrilla para aprovechar su cualidad desengrasante.

2.  Retiramos las cenizas

Seguimos con la limpieza de las cenizas, algo que tenemos que hacer con la barbacoa ya fría. Para ello, desmontamos la barbacoa, extrayendo los restos y la cenizas de la bandeja. Sólo necesitamos un cepillo o la clásica escobilla de caña y un recogedor de mano. Esperad siempre a que las cenizas estén bien apagadas para evitar quemaduras.

Importante: evita el agua para limpiar la ceniza, pues al mojarlas las cenizas se convertirán en barro que puede incrustarse en cualquier rincón de la barbacoa ¡Con lo que te costará más retirarla! Échala poco a poco en la bolsa de basura para que no levante una nube de polvo.

A continuación, limpia el cajón de las cenizas con agua caliente o tibia y con un poco de jabón. Si ves que hay algún resto de comida que no sale, frótalo con el cepillo metálico.

3. Limpiamos la rejilla

Ahora toca limpiar la rejilla en profundidad, para lo que podemos utilizar un limpiador específico o crear una solución casera.

Un truco casero para limpiar la rejilla es mezclar en un recipiente agua y bicarbonato y dejarlo reposar unos minutos. Cogemos un cepillo de fibras duras (pero no metálicas o muy duros para evitar rayaduras), la mojamos en la solución y frotamos la rejilla. Verás como poco a poco se van retirando los restos de comida.

Utilices el método que utilices, recuerda que, posteriormente siempre debes pasar una esponja con agua y jabón para retirar los restos de los productos utilizados para la limpieza, sobre todo si se trata de productos desengrasantes o químicos. Te recomendamos que la esponja tenga un lado áspero abrasivo para las rejillas y lado suave para las demás superficies

Importante: debemos debe evitar el uso de productos químicos agresivos o utensilios metálicos que puedan dañar el esmalte o el acero inoxidable. 

4. ¿Y el resto de la barbacoa?

Además de la parrilla, a la hora de limpiar después de una barbacoa también debemos tener en cuenta el resto de sus partes. Dependiendo del material con el que esté fabricada, nos decantaremos por distintas soluciones.

Para las piezas de plástico, lo mejor es aplicar agua y jabón y frotar con una bayeta o paño. Si son porcelánicas, recurre a un spray multiusos o limpiacristales.

En las superficies pintadas, lo más adecuado es limpiar con lavavajillas y agua, pasando un paño o bayeta; y en las superficies de acero inoxidable, aplicar un limpiador específico para este material o lavavajillas.

5. Seca bien la barbacoa

Para evitar humedades, oxidaciones y malos olores, deja que todas las piezas se sequen antes de guardar la barbacoa. Si lo prefieres, puedes secar cada pieza con un trapo limpio. Y es que el mayor enemigo de una barbacoa es la oxidación.

Si tu parrilla presenta manchas marrones de óxido el mejor producto para eliminarlo será el vinagre blanco de limpieza. Rocía vinagre sobre las rejillas de la parrilla, deja que actúe unos minutos y pasa un trapo humedecido para retirar el vinagre.

Algunos accesorios para limpiar después de una barbacoa

Finalmente, te indicamos algunos accesorios sencillos que te vendrán muy bien para limpiar después de una barbacoa:

• Guantes
• Cepillos de cerdas resistentes
• Raspadores de rejilla
• Esponjas, con un lado áspero abrasivo para las rejillas y lado suave para las demás superficies
• Paño de microfibra para limpiar y abrillantar la barbacoa
• Funda impermeable para protegerla de la intemperie