Reglas básicas para que tus frutas y verduras no se estropeen en el frigorífico

Reglas básicas para que tus frutas y verduras no se estropeen en el frigorífico

Descubre las reglas básicas para que tus frutas y verduras no se estropeen en el frigorífico.

Especialmente, en verano, es importante conservar los frescos de manera adecuada para que no se estropeen y puedas disfrutarlos durante toda su vida útil. Es cierto que algunas frutas y verduras no necesitan nevera, pero otras sí. En el caso de estas últimas, hay unos sencillos «tips» que te ayudarán a que tus frutas y verduras no se estropeen en el frigorífico. ¡Ahí van!

¿Todas las frutas y verduras van a la nevera?

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No, el frigorífico no siempre es la opción más adecuada. Depende de qué fruta o verdura hablemos. Aquí van algunos ejemplos:

  • Hay verduras y frutas que se pueden guardar sin problema a temperatura ambiente, por ejemplo, en un frutero, (tomate, cítricos, col, coliflor, berenjena, calabacín o lombarda, entre otras).
  • Los ajos, las cebollas, las patatas, la sandía, el melón, los plátanos, los aguacates, y los boniatos, requieren de un lugar de conservación fresco y oscuro.
  • Y luego, tenemos los puerros, espárragos o hinojo, que se conservan mejor si los introduces en un tarro con agua.
  • En la nevera, podemos guardar las judías verdes, los pepinos, las acelgas, el brócoli, los frutos rojos, las uvas, las cerezas, las alcachofas, los rábanos, las espinacas o el apio.

Importante: las frutas delicadas como las fresas, las cerezas y los higos se ponen en un recipiente en la nevera, con papel absorbente debajo y sin cortarles el tallo. Pueden durar hasta dos o tres días.

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El lugar adecuado: los cajones

frutas y verduras no se estropeen en el frigorífico

Lo primero es saber en qué lugar de la nevera debemos de colocar las frutas y verduras. La respuesta es sencilla: en los cajones de la parte inferior, la zona más fría de la nevera.

Procura colocar las frutas en un cajón y las verduras en otro, y déjales espacio para que respiren. En el caso de que de alguna se deteriore, retírala para que no contamine al resto.

Parejas poco recomendables

Guardar las frutas en la nevera

No todas las frutas y verduras pueden ir juntas porque acelera su maduración. ¡Hay parejas imposibles que se influyen negativamente! ¿Y cómo evitar que se estropeen? Te lo contamos.

Hay frutas y verduras que siguen madurando una vez se recolectan, liberando gas etileno, el cual puede estropear a otras frutas que entren en contacto con ellas. Por ello, si no queremos que la maduración de unas afecta a otras, debemos poner separadas:

  • Frutas climatéricas. Son las que siguen madurando una vez recolectadas. Es el caso de manzanas, peras, plátanos, melones, aguacates, albaricoques, higos, nectarinas, melocotones, ciruelas, tomates, mangos…
  • Frutas no climatéricas, es decir, aquellas que no van a seguir madurando una vez recolectadas. Estamos hablando de cerezas, uvas, naranjas, piñas, sandías… Y verduras como el brócoli, la calabaza, la zanahoria, la lechuga, la berenjena…

¿Cuándo se lavan las frutas y verduras?

Lavar verduras y frutas antes de comer

La fruta se leva justo antes de consumirse o cocinarse, no antes de guardarla. En el momento de lavarlas, estás aportándoles humedad, lo que acelera su proceso de putrefacción.

Lo fundamental para desinfectar las frutas y verduras es lavarlas bien bajo el chorro de agua potable antes de pelarlas. Con ello, conseguimos reducir de forma considerable los posibles microorganismos que puedan contener.

Evita que el jabón entre en contacto con los alimentos, sólo agua que llegue bien a todos los rincones, frotando bien con un trapo limpio o cepillo. Es aconsejable secarlas, mejor con papel de cocina para evitar la contaminación cruzada que pueden ocasionar los trapos de cocina.

Te contamos con detalle cómo lavar y desinfectar las frutas y verduras.

Frutas y verduras que sí podemos congelar

frutas y verduras no se estropeen en el frigorífico

La mayoría de las frutas y verduras se pueden congelar. Eso sí, algunas las tendrás que congelar ya cortada o incluso cocinadas o escaldadas. En el caso de la verdura, te vendrá de maravilla tener una remesa congelada para preparar sofritos, cortando y congelando pimiento o cebolla, por ejemplo.

Verduras

Las verduras las puedes cortar en juliana, dados, brunoise, bastones o cuartos, dependiendo del uso que le vayas a dar en la cocina. Además, es conveniente escaldarlas antes de congelar, ya que así se evita la aparición de microorganismos y la oxidación, y se mantienen mejor sus propiedades.

Para escaldar, simplemente, limpia y corta los vegetales y luego sumérgelos en agua hirviendo durante un tiempo breve. Seguidamente, llévalos a agua fría para cortar la cocción. Finalmente, sécalas bien con papel de cocina y envasa.

Hay algunos vegetales que no se recomienda congelar, ya que no soportan las bajas temperaturas. Por ejemplo, el tomate, el pepino, el apio, la lechuga o la patata.

Frutas

En el caso de las frutas, excepto los frutos rojos y los cítricos sin piel, que se pueden congelar crudos. Otras frutas como piña, papaya o mango hay que congelarlas cortadas en trozos. El resto, es mejor congelar cocida o en puré, compota (como las manzanas o las peras) o con azúcar o almíbar.  Otras frutas como piña, papaya o mango, hay que congelarlas cortadas en trozos.

El aguacate también se puede congelar, especialmente si vas a usarlo para preparar guacamole, crema, salmorejo o algún batido. Puedes congelarlo pelado ya y cortado por la mitad sin el hueso, bien guardado en una bolsa con cierre hermético o conservar simplemente la carne machacada. Un truco: añade limón para evitar su oxidación.

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Mira estos 3 consejos clave para congelar los frescos.

Recipientes de conservación

congelar alimentos frescos

Evita siempre las bolsas de plástico, ya que estas hacen que la humedad la nevera se concentre y no permiten la oxigenación de los alimentos, una cuestión clave para su conservación.

Saca tus verduras en cuanto llegues a casa y guárdalas en el lugar más adecuado en cada caso. Puestos a elegir recipientes, lo mejor son bolsas de papel, táper o tarros de cristal. Los recipientes herméticos ayudan a que se mantengan en buenas condiciones durante más tiempo.

Sobre todo, son muy útiles para aquellas verduras a las que les viene bien la nevera, pero no la humedad, como es el caso de los pepinos, las berenjenas o las judías verdes, especialmente si introduces dentro un papel absorbente.

Así se cortan las frutas y verduras para aprovecharlas al máximo.