Tips para disfrutar de la cocina y ahorrar, sin tirar comida

Para ahorrar y disfrutar de la cocina, hay que tener en cuenta tres puntos clave: planificar, conservar y reutilizar.

Nos encontramos en el final de la semana contra el desperdicio alimentario. Un hito que nos recuerda lo importante que es tener nuestra lista de la compra, planificar nuestras comidas y alargar la vida útil de los restos que nos sobran diariamente, para ahorrar dinero y comprar al mejor precio. ¿Empezamos?

Consejos para disfrutar de la cocina y ahorrar

  • Planifica un menú semanal con frescos de temporada

Los alimentos de temporada son los que están en su punto óptimo de consumo. Ingredientes que brillan por sus beneficios para la salud (¡te los contamos aquí!) y precios para el ahorro. Organizar un menú semanal, te ayudará a crear una lista de la compra eficiente y a comer de forma equilibrada.

frutas y verduras de otono en cas fresh

 

¿Cuál es la frecuencia de consumo de cada grupo de alimentos?

Marcamos en negrita aquellos alimentos que son necesarios para seguir una alimentación saludable y, por lo tanto, más importantes a la hora de llenar nuestra cesta de la compra.

  1. Frutas: 2 – 3 veces al día. Como postre o media mañana.
  2. Verduras: 2 veces al día, con las comidas principales del día.
  3. Lácteos: 2 veces al día (leche, queso yogur, etc.).
  4. Grasas: 3 – 4 veces al día. Úsalas para cocinar o acompañar tus platos principales (aceite de oliva virgen extra o frutos secos).
  5. Pan y cereales: 1 – 2 veces al día. Para desayunar o acompañar una comida principal.
  6. Arroz, pasta y derivados: 1 – 5 veces por semana.
  7. Patatas, tubérculos y legumbres: 1 – 2 veces por semana.
  8. Huevos y carnes magras (pollo, pavo, cerdo, conejo): 3 – 4 veces por semana.
  9. Carne roja (vacuno, buey) y pescado azul (fresco o en lata): 1 – 2 veces por semana.
  10. Pescado blanco: 2 – 3 veces por semana.

Teniendo en cuenta la frecuencia de consumo de los grupos de alimentos, es el momento de hacer una lista de la compra con el surtido de frescos diarios y, otra, con aquellas que pueden permanecer en nuestra alacena por más tiempo, como las conservas, los paquetes de cereales o legumbres, entre otros, y ¡congelados!

¿Qué más hay que tener en cuenta para ahorrar?

  1. Elige frutas y verduras de temporada, ya que están en su mejor momento y son más económicos. Teniendo en cuenta la frecuencia de consumo, compra la cantidad que necesites para evitar el desperdicio alimentario. Tampoco las limpies hasta el momento de su consumo, ya que la presencia de agua en el ambiente aceleraría su estado de descomposición.
  2. Selecciona lácteos, como el queso semicurado y curado o la leche esterilizada, tienen una fecha de caducidad prolongada. Por lo que puedes comprar para todo un mes si es necesario.
  3. Elige las carnes y los pescados con menos grasas y al mejor precio para comprar en cantidad y congela las piezas que no vayas a cocinar en los dos próximos días. A continuación, veremos cuánto tiempo podemos congelar cada uno de los frescos de estas secciones sin que se pongan en mal estado.
  4. ¿Qué cantidad tienes que comprar? Te dejamos un ejemplo en este enlace para organizar una barbacoa.

Pasamos al momento de la conservación de los alimentos, cuando tenemos que valorar el almacenaje y organización de cada uno de los alimentos para evitar que se estropeen y tengamos que tirarlos a la basura.

  • Regla de oro de la conservación: «primero en entrar, primero en salir»

¡Tal cual! Esta regla es fundamental para prevenir que se nos pase la fecha de caducidad o consumo preferente, y garantizar que consumamos los más antiguos en primer lugar.

¿Cómo ubicamos los alimentos en el frigo?

  1. Estante superior: lácteos como el yogur, el queso, los postres lácteos y los huevos.
  2. Estantes centrales: comidas listas para su consumo o sobras. Siempre en recipientes herméticos apropiados.
  3. Estantes inferiores: frescos como las carnes, las aves y los pescados.
  4. Cajones: ¡frutas y verduras! Es la zona más fría y necesaria para alargar la vida de estos productos.
  5. Puerta: elementos que no requieren de mucho frío, como las salsas, bebidas o grasas (mantequilla, margarina, etc.).

Nunca metas comidas calientes para evitar que tu nevera haga un gasto extra de energía.

Guía para congelar tus frescos y alargar su vida útil

Los alimentos que se pueden congelar sin problema son los frescos como las carnes, los pescados, los fiambres y embutidos, las verduras cocinadas, las legumbres, los huevos batidos sin abrir y el pan.

Sin embargo, nunca metas alimentos como las verduras y frutas en crudo (lechuga o tomate), las patatas, los huevos con cáscara o comidas ricas en grasa (ensaladilla o fritos), marisco vivo.

congelar alimentos frescos

Marca con la fecha de congelación los envases de los alimentos y, si los compras congelados, consulta la temperatura en el etiqueta y la fecha de consumo preferente.

¿Y cuánto tiempo pueden permanecer en el congelador? Desgraciadamente, mantener los alimentos más de un año puede empezar a empeorar su calidad y resultar peligroso para la salud debido al aumento del riesgo de bacterias que crecen por debajo de los 4ºC.

  1. Frutas y verduras: 8 – 12 meses.
  2. Carne de vacuno, cordero y cerdo: 6 – 12 meses.
  3. Pollo: 9 – 12 meses.
  4. Carne picada o hamburguesas: 3 – 4 meses.
  5. Fiambres y embutidos: 1 -2 meses.
  6. Claras y yemas de huevo crudas (sin abrir y sin cáscara): 12 meses.
  7. Pescado blanco: 6 – 8 meses.
  8. Pescado azul: 2 -3 meses.
  9. Marisco cocido (nunca vivo): 3 – 6 meses.
  10. Sopas y guisos (sin patatas y con poca grasa): 2 -3 meses.

Terminamos con la cocina de aprovechamiento y la reutilización de las sobras. Congelar y descongelar tus comidas y alimentos correctamente, te ayudará a ahorrar, garantizar tu seguridad y calidad nutricional, alargar su vida útil y evitar el desperdicio de alimentos.

  • Cocina de aprovechamiento y otros métodos para hacer de tus sobras un festín

Los abuelos son auténticos expertos en evitar el desperdicio alimentario. De hecho, las recetas tradicionales provienen de métodos de conservación que mantienen la calidad de los alimentos, como las famosas ¡croquetas de puchero! Te dejamos la receta aquí, ¡pero no es la única!

receta de croquetas de puchero

¡No tires comida y empieza a ahorrar!

Las sobras son ingredientes que pueden casar perfectamente con pastas, arroces, budines o guisos. ¿Quieres algunas ideas?

  1. Si tienes verduras sueltas y no es suficiente para hacer un menú, ¡la unión hace la fuerza! Receta de escalivada, ¡sin horno!
  2. Las salsas son grandes aliadas para modificar el sabor del plato o darle un toque diferente si te toca repetir comida al día siguiente: receta de salsa romesco para acompañar verduras y salmón.
  3. Postres que animarán tus meriendas y te permitirán aprovechar frutas en peligro de desperdicio: receta de tarta de banana split.
  4. Platos de arroz, pasta o harinas, que quedan bien con todo lo que le eches: arroz con costillas de cordero, receta de canelones de atún hecho con crêpes o pizza barbacoa sin gluten.